México no es necesariamente un país de destino para las personas migrantes, sin embargo, los tiempos de permanencia son más prolongados, afirma coordinador del Centro de Estudios Migratorios de la UPMRIP, Miguel Ángel Aguilar Dorado.

La Secretaría de Gobernación, a través de la Unidad de Política Migratoria, Registro e Identidad de Personas (UPMRIP), participó en el evento paralelo sobre migración en tránsito, en el marco del Foro de Examen de la Migración Internacional (FEMI), el cual se lleva a cabo del 17 al 20 de mayo en la ciudad de Nueva York; yconstituye la principal plataforma mundial intergubernamental paradialogar y compartir los avances del Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular, así como de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sustentable.

El evento contó con la participación del coordinador del Centro de Estudios Migratorios de la UPMRIP, Miguel Ángel Aguilar Dorado, que abordó el tema de la ‘Migración en tránsito: impacto e implicaciones políticas para el desarrollo’, y afirmó que México no es necesariamente un país de destino para las personas migrantes, sin embargo, los tiempos de permanencia son más prolongados, lo que requiere que el gobierno, dote de alojamiento, servicios básicos, empleos remunerados, así como priorizar mecanismos para que las personas puedan permanecer de manera regular.

Añadió que “las políticas restrictivas en los países de destino hacen que los pasos irregulares sean cada vez más peligrosos y caros, y se metan otros actores sociales a los procesos migratorios, por ejemplo, el crimen organizado”.

La UPMRIP realizó una investigación en donde encontró que las ylos migrantes de Centroamérica pagan aproximadamente 4 325 dólares a los traficantes de personas para pasar por el desierto de Sonora a Arizona. “Estas redes del crimen no se limitan a México y Centroamérica, son grupos que vienen desde Brasil y tienen vínculos con más países. Estamos hablando de procesos multifocales”, apuntó.

Mencionó que el pago promedio que recibe un traficante de personas para que desde Centroamérica –pasando por el desierto de Sonora, en México– lleguen hasta Arizona, asciende a 4 mil 325 dólares.

“Tránsitos más peligrosos y caros –aseguró– se transforman en tránsitos más largos”, por lo que el Gobierno de México implementó una estrategia de traslado voluntario de las personas migrantes extranjeras y de los trámites migratorios hacia entidades que cuenten con mayores capacidades de recepción, lo que ha generado mejores condiciones de vida para esta población en tanto se resuelve su situación jurídica.

La apuesta tendría que ser por políticas que no sea de criminalización de la migración y sí de respeto a los derechos humanos, finalizó.