Era 2018 y en las noticias con Carmen Aristegui de CNN, la exclavadista Azul Almazán se plantó en el foro para contarle el infierno que vivió rumbo a su preparación para los Juegos Olímpicos de Sidney 2000 (cuando ella apenas tenía 19 años):

Su exentrenador, Francisco Rueda, alguien con quien ella se sentía muy cercana, la obligó a ver películas pornográficas a su lado mientras él se cubría solo con una manta, le aplicó masajes con el traje de baño hasta la cintura y en su momento le pidió que tuvieran “mayor comunicación”.

La voz de Azul Almazán, que en el 2001 fue ignorada y censurada por las mismas autoridades deportivas, quienes a su vez recibieron y archivaron en ese entonces el escrito al que Azul tituló “Yo acuso”, resonó en los medios de comunicación 17 años más tarde, ahí con Aristegui.

Al mismo tiempo, la actriz y productora Karla Souza, no solo mostró su apoyo a Azul, sino que también reveló con Aristegui la violación que vivió de un director, del cual no dio su nombre. De esta manera ambas dieron un primer paso simbólico para darle vida al guion de ‘La Caída’. Pero el trayecto no fue fácil:

“Fue un camino para dignificar a las sobrevivientes (de abusos) y el proceso que lleva poder asimilar y nombrar una misma lo que ya había una normalizado”. 

“(Pero) Nadie quería hacer esta película, mucho menos conmigo, nadie quería dar dinero, nadie quería tocar ese tema, todo el mundo quería otra comedia, me tardé muchísimo en desarrollar ese guion, después de tratar de escribir, de pedir ayuda, logré llegar al trabajo de Lucía Puenzo (la directora)”, comentó Karla Souza durante la segunda premier de ‘La Caída’ en un hotel de la CDMX (la primera fue en el 20º FICM).

SOBRE ‘LA CAÍDA’

Es 2022 y ‘La Caída’, a estrenarse el 11 de noviembre en Prime Video, por fin vio la luz. Basada en hechos reales, la cinta explora distintos matices a lo largo de la historia: 

Aborda el viaje de una heroína, Mariel, una clavadista veterana quien se entrena en su última oportunidad para cumplir su sueño olímpico, pero una terrible verdad sale a la luz y se ve forzada a enfrentarla con la pregunta más importante de su vida: ¿la definición de su más grande sueño es ganar?

Asimismo, Azul Almazán, cuyos testimonios fueron piezas clave en la creación de ‘La Caída’, aclaró que no se trata de la vida de una sola clavadista, sino que retrata la voz de muchas mujeres que han vivido acoso y abuso por parte de una figura de poder.

“Esta historia fue la unión de muchas, creo que todas las que estábamos participando tratamos de sacar el patrón. No todas en estas historias terminan bien y la mayor parte es porque a veces están solas y tienen muchas cosas que perder.

“Yo tuve la fortuna de tener a familia siempre atrás, siempre inyectándome valores. Eso fue lo que me ayudó a mí a levantar la voz y, cuando la levanté, mi familia me levantó, nos hicieron pedazos, pero me levantó”.

La exclavadista aprovechó además para agradecer a la periodista de Proceso (ahí presente): “si no hubiera sido por Beatriz Pereyra… fue la única que realmente me creyó, porque gracias a ella todo esto pudo salir a la luz. Se mandó a todos esa carta (“Yo acuso”) y la única que tuvo el valor de sacarla, perseguir y apoyar hasta el día de hoy fue Beatriz Pereyra”.

Pereyra, sentada en el público, tomó el micrófono y se dijo estar “muy congratulada de que hayan puesto la verdad del deporte en la pantalla”. Y dio un contexto más profundo: “El deporte en todo el mundo está romantizado y siempre dicen ‘ahora vamos a la parte agradable de las noticias, vamos a los deportes’, y yo he trabajado durante 22 años para contarles la mierda de los deportes y por supuesto que he sido lapidada por eso”.

“Para mí era importante recalcar que Azul Almazán habló antes del ‘Me Too’, antes que yo, ella fue la que a mí me dio valentía de poder alzar la voz, mi motivo era social, sanar”

Sin darle importancia a los vetos que ha recibido por “rascar en las coladeras”, comentó que a ella le interesa “que el trabajo periodístico le llegue a la gente y a veces la gente se asusta con las noticias, pero no se asusta con las películas.

“La gente va al cine a conocer historias que se perdieron en el periodismo porque no quiere malas noticias y entonces a mí sí me gusta que le digamos a la mamá, ‘lleva a tu hija, pero ten cuidado, porque te la pueden regresar violada, o mejor no la lleves, porque lo que vas a tener es una persona rota con una medalla olímpica’, como es Laura Sánchez (exclavadista con medalla olímpica de bronce en trampolín de tres metros) y su entrenador (y esposo Francisco Rueda) que es el árbol que suelta el fruto envenenado…

“Qué bueno que podamos ver en una plataforma tan importante como Prime Video la realidad del deporte mexicano porque sí es verdad, pasa”.

Precisamente el papel que desempeñan las madres que acompañan a sus hijas en la práctica de los clavados en ‘La Caída’, no le será indiferente al público, pues engrandece la complejidad de la trama y a su vez lleva la discusión a otro nivel.

No por nada la misma Karla Souza, ha dicho que se trata de una cinta “íntima y valiente”, cuya premisa no miente: “Detrás del éxito y las medallas se esconde algo mucho más grande, la verdad”.

La propuesta de ‘La Caída’ da pasos firmes para contrarrestar la tendencia de una sociedad acostumbrada al silencio en este tipo de situaciones, pues señala sin filtros y con una poderosa actuación por parte de Karla Souza, el valor que se requiere para enfrentar al poder y las mentiras en el deporte.

Una película necesaria que trata sobre el abuso sexual en la disciplina de clavados ha puesto una dolorosa "verdad del deporte en la pantalla".

Por último, para la comentarista deportiva Georgina González ‘La Caída’ “deja muy mal parado al deporte; el deporte tiene como un tema de principios, es el medio más lúdico para infundir valores, pero también de manera lúdica estamos viendo que se rompen las vidas y los sueños”.

Y las palabras de Azul Almazán le dieron la razón: “El dolor que me causaron fue tan fuerte que tuve que estar en hospitales y psiquiatras, pero, una vez saliendo, estoy en un ambiente familiar que me dice ‘levanta la cara y lucha’… mi historia termina bien, yo soy una mujer muy feliz, soy una mujer con mucha decisión, sí soy muy sensible y llorona, pero mi corazón es muy fuerte”.

Desde el público surgió una pregunta –“¿Y qué pasó con el entrenador?”.

Y Azul contestó: -“Ahí está, sigue adentro, eso pasó hace 22 años… hoy en día tampoco hay castigos para eso. Lo único que podemos hacer en estos casos es solamente levantar la voz en estas situaciones para que las niñas y las mujeres identifiquen un patrón, esta historia puede tener diferentes caras, personajes, locaciones, pero el patrón es el mismo y a veces ni siquiera el depredador lo puede identificar”.

Colaboración de Olga Trujillo (@olga_trujas), periodista y fundadora de @diosasolimpicas