La representación legal de la familia de Octavio Ocaña confirmó este miércoles que el delito en la investigación sobre la muerte del actor fue reclasificado de homicidio culposo a homicidio doloso.

El abogado Francisco Hernández confirmó a Latinus que la acusación por homicidio doloso fue presentada la semana pasada por la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, y que la reclasificación se acordó hace un mes con el fiscal estatal José Luis Cervantes Martínez.

Asimismo, informó que este martes la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) emitirá una recomendación por la violación de derechos humanos de Octavio Ocaña y sus acompañantes por parte de las autoridades contra en hechos ocurridos el 29 de octubre de 2021, cuando el actor murió por herida de bala tras una persecución policial.

“Ya nos confirmaron que los especialistas de la Comisión Nacional de Derechos Humanos que han tenido acceso desde el inicio a las carpetas de investigación y a los peritajes tanto de la fiscalía como independientes, han determinado que tanto Augusto Octavio Pérez Ocaña y los acompañantes que estaban en ese día con él fueron víctimas de violaciones graves a sus derechos humanos, como la violación al debido proceso, a la certeza jurídica y la del derecho a la vida”, indicó el abogado.

El 21 de marzo se filtró a medios un peritaje independiente en el que se indicaba que Octavio Ocaña habría sido asesinado, desmintiendo así la versión oficial que emitió en su momento la fiscalía del Estado de México, la cual apuntaba a un suicidio.

El peritaje mostraba que el cuerpo de Ocaña presentaba un disparo proveniente de un calibre superior al que fue reportado por las autoridades. Además, descarta la presencia de indicios de carácter químico que muestren que el actor accionara un arma.

La versión de la Fiscalía General del Estado de México señala que tras realizar diversos dictámenes de los hechos, Ocaña habría disparado de forma accidental su propia arma, la cual habría empuñado durante una persecución policial.

Según el reporte de la fiscalía, el joven y sus acompañantes viajaban en estado de ebriedad, y cuando policías les hicieron la señal de alto para una revisión, estos ignoraron el llamado y aceleraron la unidad, lo que desató la persecución.