Los costos de Pemex se redujeron 45.7% pero esto no impidió que la compañía registrara una pérdida operativa de 30,000 mdp, frente a los 53,000 mdp de utilidad que obtuvo un año antes.

Las pérdidas netas de Pemex en el trimestre fueron de 44,000 mdp, una mejora frente a los 53,000 mdp de hace un año; pero si se compara en el semestre, las pérdidas de la compañía se amplían hasta los 606,687 mdp, una pérdida histórica para la petrolera, que se debe en gran parte al impacto del tipo de cambio en la valuación de la deuda de la empresa.

La caída de los precios del crudo mexicano, además de un menor volumen de ventas nacionales, impactaron en los ingresos totales de la compañía durante el segundo trimestre, que abarca los meses de mayores restricciones de movilidad para disminuir el contagio de la pandemia de COVID-19.

Las ventas de gasolina se derrumbaron 59.1% al pasar de 122,019 mdp a 49,910 mdp en el periodo; mientras las de diésel se cayeron 58.5%.

Los ingresos por importaciones de crudo se desplomaron 53.6% en el mismo periodo al pasar de 114,386 mdp a 53,113 mdp.

La mezcla mexicana de crudo promedió 23.84 dólares por barril, 60.1% menos que hace un año, mientras que la gasolina de importación también descendió 55.3% anual.

Las bajas fueron mayores debido a esta desventaja en el precio pues el volumen de ventas de gasolinas cayó 34.2% en las gasolinas, y 35.6% para el diésel; y las exportaciones subieron 3.9% a 1.12 millones de barriles promedio diario en el trimestre frente al mismo periodo del año pasado.

La producción de petróleo de Pemex se mantuvo en 1.69 millones de barriles diario, una caída de apenas 0.2% respecto al mismo trimestre de 2019, mientras que el proceso de crudo en las refinerías de Pemex subió 6.1% anual al promediar 631,000 barriles diarios en el segundo trimestre.

La caída en los precios del petróleo benefició al margen de refinación que tocó los 9.91 dólares por barril procesado, frente a los -0.99 dólares de hace un año.