Según los informes preliminares, el personal de PEMEX asegura que no existe riesgo de explosión, tranquilizando así a la población cercana que estaba preocupada por las posibles consecuencias del derrame.

Las labores de contención y limpieza del hidrocarburo están en curso, con equipos especializados trabajando para minimizar el impacto ambiental en la zona afectada. Las autoridades locales han solicitado a la población que evite acercarse al área del derrame para facilitar las labores de limpieza y prevenir cualquier riesgo potencial.

Este evento resalta la vulnerabilidad de las infraestructuras críticas ante fenómenos naturales extremos y la importancia de contar con planes de respuesta rápida para mitigar los daños. Las autoridades de Puebla y de Xicotepec de Juárez continuarán monitoreando la situación de cerca, proporcionando actualizaciones a la comunidad conforme se desarrollen los esfuerzos de remediación.