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Europa se mantiene cautelosa mientras persisten dudas sobre el plan impulsado por Trump.
Ucrania y Estados Unidos retomaron el lunes un trabajo acelerado luego de celebrar “progresos significativos” en las conversaciones sobre el nuevo plan para poner fin a la guerra con Rusia, una propuesta que Washington presiona para que Kiev acepte antes del Día de Acción de Gracias.
Las reuniones en Ginebra concluyeron con un “marco de paz actualizado y perfeccionado”, según un comunicado conjunto que calificó los diálogos como “altamente productivos”. Sin embargo, no se difundieron detalles y los líderes europeos advirtieron que aún quedan “problemas importantes” por resolver.
El escepticismo creció ante la propuesta estadounidense de 28 puntos, considerada por aliados europeos como un esquema que concede al Kremlin sus exigencias centrales. Moscú insistió el lunes en que había sido excluido del proceso, aunque no descartó valorar eventuales contrapropuestas ucranianas.
El expresidente Donald Trump intervino con una publicación en Truth Social: “¿Es realmente posible que se estén logrando grandes avances? No lo crean hasta que lo vean”.
Desde una cumbre en Suecia, el presidente Volodymyr Zelenskyy aseguró que Ucrania trabaja para encontrar “compromisos que nos fortalezcan, pero no nos debiliten”.
Afirmó que el país enfrenta quizás su semana “más difícil”, atrapado entre su “dignidad” y un “socio clave”. Trump elevó la tensión acusando a Kiev de mostrar “cero gratitud”.
El secretario de Estado Marco Rubio contradijo esa lectura al declarar que se habían logrado “enormes avances”. Zelenskyy respondió expresando gratitud “a Estados Unidos, a todos los estadounidenses y al presidente Trump personalmente”, y dijo haber visto señales de que el equipo de Trump “está escuchando”.
Rubio admitió que Washington quiere un acuerdo “lo antes posible” y, “obviamente”, preferiría que fuera el jueves.
Europa mantuvo cautela. Desde X, el presidente finlandés Alexander Stubb reconoció el avance, pero advirtió que quedan asuntos sin resolver.
El plan respaldado por Trump implica que Ucrania ceda territorios clave, incluidos el Donbás y Crimea, reconocimiento que Zelenskyy rechazó al considerar que rompe la “integridad territorial”.
Moscú aseguró que no está informado oficialmente, aunque Putin dijo que el documento podría servir “como base”. Su portavoz, Dmitri Peskov, afirmó que no han recibido reportes formales ni prevén reuniones con Washington esta semana.
