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Autoridades reportan heridos y describen incendios que avanzaron por varios niveles.
Rusia lanzó una nueva ola de ataques contra la capital de Ucrania el martes, un episodio que volvió a estremecer a Kiev y dejó daños severos en zonas residenciales e infraestructura crítica. Las autoridades locales describieron un escenario tenso, con incendios que avanzaron con rapidez y equipos de emergencia trabajando bajo presión.
El alcalde Vitalii Kitschko informó que un edificio habitacional en el distrito central de Pechersk y otro en el distrito oriental de Dniprovskyi quedaron gravemente dañados. El impacto fue inmediato y contundente. En Dniprovskyi, las imágenes difundidas en Telegram mostraron un incendio masivo que trepó por varios pisos de un edificio de nueve plantas, generando columnas de humo visibles desde distintos puntos de la ciudad.
El jefe de la administración de Kiev, Tymor Tkachenko, confirmó que al menos cuatro personas resultaron heridas, mientras equipos especializados revisaban los restos estructurales para descartar más víctimas. El ministerio de energía de Ucrania señaló que parte de la infraestructura energética también fue afectada, aunque evitó detallar el alcance del daño.
Este ataque se produjo tras las conversaciones del domingo en Ginebra entre delegados de Estados Unidos y Ucrania sobre un plan de paz impulsado por Washington y Moscú. El lunes, Oleksandr Bevz, representante ucraniano, aseguró a The Associated Press que la reunión fue “muy constructiva” y que ambas delegaciones pudieron analizar la mayoría de los puntos. Sin embargo, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, afirmó ese mismo día que aún no había visto la propuesta actualizada.
La escalada revive la tensión diplomática y coloca nuevamente a Kiev en un estado de alerta reforzada, mientras la comunidad internacional observa con inquietud el efecto de estos ataques en un contexto ya saturado de incertidumbre.
