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Operación conjunta apunta a presiones sobre Venezuela en medio de tensiones crecientes.
WASHINGTON — El gobierno del expresidente Donald Trump decidió retener el petrolero Skipper en un puerto de Texas tras su incautación en aguas internacionales cerca de Venezuela, mientras la tripulación será liberada una vez que el buque atraque en Galveston. Funcionarios estadounidenses confirmaron que personal del país ha entrevistado al equipo a bordo y les ofreció apoyo para su traslado.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, afirmó el jueves que Estados Unidos confiscará el petróleo después de completar “un proceso legal”. El operativo se concretó el miércoles mediante una acción conjunta entre la Guardia Costera y la Armada, bajo la directriz del presidente Trump, como parte de su estrategia para aumentar la presión sobre el régimen venezolano.
El movimiento ocurre mientras se intensifican las tensiones entre ambos países, con Washington realizando ataques contra supuestos barcos de narcotráfico y reforzando presencia militar en la región. Trump también ha advertido que el líder venezolano Nicolás Maduro “tiene los días contados”.
La administración sostuvo que el Skipper transportaba petróleo sancionado de Venezuela e Irán. Leavitt lo calificó como “un buque fantasma sancionado” ligado al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, designado por EE. UU. como organización terrorista.
Aún se desconocen detalles sobre la base legal de la incautación. La investigación es dirigida por la Fiscalía Federal del Distrito de Columbia, que mantiene bajo sello la orden y la declaración jurada. Un juez federal firmó la orden semanas atrás, y su divulgación explicaría los fundamentos jurídicos.
El Skipper es el mismo buque que el Departamento del Tesoro identificó como el Adisa, relacionado con una red de contrabando que evadía sanciones para generar ingresos a Hezbolá y la Guardia Revolucionaria. Según una nota de 2022, era operado por empresas fantasma vinculadas al facilitador Viktor Artemov.
El canciller venezolano Yván Gil Pinto calificó la incautación como un “robo flagrante”, asegurando que la agresión contra Venezuela responde al interés por sus recursos. La postura dura de Trump hacia Caracas ha provocado apoyo y críticas bipartidistas en el Capitolio.
