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La Virgen de Guadalupe inspira unidad, paz y esperanza global.
CIUDAD DEL VATICANO.- El papa León XIV presidió la misa de Nuestra Señora de Guadalupe, una de las celebraciones marianas más importantes para millones de fieles, especialmente en México y América Latina.
La ceremonia se desarrolló íntegramente en español, marcando un mensaje pastoral directo y cercano. Durante la homilía, el pontífice realizó una oración especial, solicitando a la Virgen que el odio y la mentira no definan el rumbo de la humanidad ni escriban su memoria histórica.
El Papa subrayó la necesidad de promover la paz, la verdad y la reconciliación, en un contexto global marcado por conflictos armados, polarización social y discursos de confrontación. Señaló que la Virgen de Guadalupe es un símbolo de dignidad humana, unidad y esperanza.
La misa reunió a fieles de diversas nacionalidades y se enmarcó en las celebraciones internacionales del Día de la Virgen de Guadalupe, una figura que trasciende lo religioso y representa identidad, consuelo y cohesión social.
El Vaticano enfatizó el carácter universal del mensaje del pontífice, destacando que la fe y los valores humanistas pueden unir a las personas en tiempos de división.
