El llamado del presidente Andrés Manuel López Obrador a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para que revise la situación del Río Mixteco, debido al temor de su extinción, deriva de la preocupación entre migrantes y empresarios radicados en Estados Unidos, quienes han visto con alarma el deterioro de la situación hídrica en la región.

Durante la reciente estancia del presidente en el Desfile Conmemorativo de la Batalla del 5 de mayo, dirigentes migrantes y empresarios provenientes del sur de Puebla, donde se vive una aguda crisis de agua, aprovecharon la oportunidad para plantear la problemática al mandatario.

Edilberto Alvarado Torres, empresario mixteco, informó que durante una reunión en el Bronx el 1 de mayo de 2024, se elaboró un pliego petitorio urgente para buscar soluciones antes de que las afectaciones sean aún mayores.

La situación del Río Mixteco es solo un ejemplo de las dificultades que enfrentan los migrantes y sus comunidades de origen en México. La escasez de agua y otros problemas ambientales pueden exacerbar la vulnerabilidad de estas poblaciones, afectando sus medios de vida y su bienestar general.

Este llamado surge después de que decenas de pobladores reportaron la disminución del caudal del río desde febrero de 2024, afectando a comunidades de la mixteca poblana.

El Río Mixteco, ubicado entre Puebla y Oaxaca, está en peligro de extinción debido a la construcción de una represa en el lado oaxaqueño, que estaría reteniendo el agua y dejando sin líquido a Puebla.

Durante la conferencia matutina del miércoles, en Palacio Nacional, el mandatario federal señaló que la falta de agua en el río Mixteco podría deberse a esta represa, lo que afecta no solo a la población en general, sino también a los productores del campo y ganaderos, así como a la fauna y flora local.

Ante la falta de respuesta de Conagua, el gobernador de Puebla, Sergio Salomón Céspedes Peregrina, se reunió con los alcaldes de los municipios afectados para buscar alternativas de abastecimiento. La sequía en el Río Mixteco es solo una muestra de la severa situación de escasez de agua que atraviesa el estado, con 193 de sus 217 municipios presentando algún grado de sequía, según el Monitor de Sequías de Conagua.

La preocupación por la extinción del Río Mixteco también ha llevado a un llamado a la solidaridad y la colaboración entre los residentes locales y los migrantes. Esta unión busca hacer frente a la crisis hídrica y encontrar soluciones que beneficien a todas las comunidades afectadas, tanto dentro como fuera de México.

Según el Monitor de Sequías de la Conagua, hasta el 30 de abril de 2024, 193 de los 217 municipios de Puebla presentan algún grado de sequía, lo que representa casi 89 por ciento del total de las demarcaciones. Este panorama refleja una realidad alarmante en la que la mayoría de las localidades poblanas se ven afectadas por la escasez de agua.

En cuanto a la sequía específica en el Río Mixteco, los datos revelan que el afluente solía transportar alrededor de 26 mil litros de agua por segundo. Sin embargo, desde febrero de 2024, el caudal comenzó a disminuir drásticamente, dejando sin líquido a comunidades enteras. Esta situación afecta directamente a aproximadamente 6 mil pobladores de los municipios de Axutla, Tecomatlán y Acatlán de Osorio, así como a la flora y fauna locales que dependen del río para su supervivencia.

La construcción de una represa en el lado oaxaqueño, específicamente en la localidad de Santiago Tamazola, ha sido identificada como una de las causas de la disminución del agua en el Río Mixteco. Esta infraestructura retiene el recurso hídrico, impidiendo su flujo hacia la Mixteca poblana.

La sequía en el Río Mixteco no es un fenómeno aislado, sino parte de un patrón más amplio de cambio climático y degradación ambiental en México. Según datos de la Secretaría de Medio Ambiente, hasta el 18 de abril de 2024 se han registrado al menos 233 incendios forestales en la entidad poblana, afectando una superficie de 6 mil 800 hectáreas de bosque. Esta situación agrava aún más la situación de escasez de agua y pone en peligro la biodiversidad de la región.

A nivel nacional, Puebla ocupa el segundo lugar en cuanto al registro de municipios con sequía y escasez de agua, solo detrás de Oaxaca. Esto evidencia la magnitud del problema y la urgencia de tomar medidas para mitigar sus impactos. La falta de lluvias y el aumento de las temperaturas, atribuibles al cambio climático, han exacerbado la sequía en la región y amenazan la seguridad hídrica de las comunidades afectadas.

En este contexto, los analistas destacan que es fundamental la colaboración entre los distintos niveles de gobierno, la sociedad civil y los organismos internacionales para desarrollar estrategias de adaptación y resiliencia frente a los efectos del cambio climático y la degradación ambiental. La situación del Río Mixteco es un llamado de atención sobre la necesidad de actuar con urgencia para proteger nuestros recursos hídricos y garantizar el bienestar de las generaciones presentes y futuras.