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El atuendo, obra de Fernando Ortiz, requirió siete meses de elaboración y valorado en 150 mil pesos.
El 19 de noviembre, durante la Gala de traje típico de Miss Universo 2025, Fátima Bosch, representante de México, desfiló en el Impact Arena de Bangkok luciendo un diseño artesanal inspirado en la diosa mexica Xochiquétzal.
La concursante tabasqueña presentó un conjunto creado por el diseñador mexicano Fernando Ortiz, cuya confección demandó siete meses de trabajo manual.
La propuesta incluyó un penacho colorido de plumas, flores y piedras en rojos, verdes y dorados; enormes alas, aplicaciones doradas en brazos y falda bordada y la presencia escénica de colibríes y tres grandes rosas rojas. En ambas manos la delegada portó rosas rojas que acentuaron gestos teatrales evocando ofrendas florales del México antiguo.
Fue en la noche del 19 de noviembre, dentro de la edición número 74 del certamen, que reunió a representantes de más de 120 países.
La pieza, con un valor aproximado de 150 mil pesos, fusiona técnicas artesanales y pedrería fina para crear un efecto escénico imponente. El uso de iconografía como los colibríes —animales espirituales convocados por la propia concursante— y las rosas refuerza el vínculo entre la estética del traje y la simbología mexica. El desfile provocó vítores y apoyo entre el público presente; la escena subrayó la intención de proyectar la tradición mexicana en un escenario global.
Este traje, resultado de un proceso meticuloso, aporta experiencia y expertise a la representación nacional: la autoría de Fernando Ortiz y el trabajo manual sostienen la autoridad del diseño; la cuidadosa ejecución transmite confianza ante audiencias internacionales.
