El caso de Israel Vallarta ha vuelto a captar la atención pública tras las recientes declaraciones del presidente Andrés Manuel López Obrador, luego de que durante su conferencia matutina  el mandatario reafirmó su compromiso con la revisión del caso, calificándolo como un ejemplo emblemático de las fallas estructurales del sistema de justicia en México. López Obrador subrayó la importancia de este caso para evidenciar y corregir los abusos cometidos en administraciones pasadas.

En su intervención, López Obrador recordó que Israel Vallarta lleva más de 18 años en prisión preventiva sin haber recibido una sentencia definitiva, lo que consideró una "gran injusticia". Señaló que el proceso ha estado marcado por irregularidades, entre ellas las denuncias de tortura y el montaje mediático orquestado por la entonces Agencia Federal de Investigación (AFI) bajo el mando de Genaro García Luna. El presidente mencionó que este caso es un claro ejemplo de los excesos y la corrupción que imperaron durante los gobiernos anteriores, en particular durante el sexenio de Felipe Calderón.

López Obrador expresó su descontento con la duración del proceso judicial y la falta de una resolución definitiva. "No es posible que alguien esté tanto tiempo sin ser juzgado", afirmó, subrayando que esta situación viola los derechos humanos fundamentales. Reiteró que su gobierno está comprometido con la justicia y la verdad, y aseguró que continuará presionando para que el caso de Vallarta sea revisado de manera exhaustiva.

Las declaraciones del presidente provocaron diversas reacciones. Organizaciones de derechos humanos y activistas que han seguido de cerca el caso celebraron su compromiso, considerando que sus palabras podrían ser la clave para que finalmente se haga justicia. No obstante, surgieron críticas, especialmente de quienes opinan que la intervención del presidente podría poner en riesgo la independencia judicial y el debido proceso.

Estos comentarios se enmarcan en un contexto en el que Genaro García Luna, el principal implicado en el montaje mediático que afectó a Vallarta, enfrenta un juicio en Estados Unidos por vínculos con el narcotráfico y otros delitos graves. Esta situación ha reavivado el interés en todos los casos relacionados con su gestión, incluido el de Israel Vallarta.