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Subrayó que presidir la Cámara Alta fue un privilegio y responsabilidad.
Destacó el intenso trabajo legislativo desarrollado durante su gestión.
En una sesión cargada de simbolismo político y palabras emotivas, Gerardo Fernández Noroña cerró su ciclo como presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República. Con tono solemne pero cercano, el legislador agradeció a todas las fracciones parlamentarias por el respaldo y la confianza que le otorgaron para conducir los trabajos de la Cámara Alta.
“Ha sido un privilegio y una gran responsabilidad presidir esta asamblea. Más allá de los diferendos, debemos sentirnos orgullosos del trabajo realizado”, expresó Noroña frente al pleno.
En su discurso, el ahora expresidente reconoció de manera directa a los grupos parlamentarios de Movimiento Ciudadano, PRI, PAN, PT, PVEM y Morena, así como a las y los senadores que lo acompañaron durante este año de intensa actividad legislativa.
Con un tono reflexivo, subrayó que la unanimidad con la que fue elegido mostró la voluntad de construir acuerdos por encima de las diferencias ideológicas.“Larga vida al Senado de la República”, concluyó
El mensaje final de Noroña deja tras de sí un periodo parlamentario marcado por debates intensos, consensos inesperados y la convicción de que la política, en su mejor versión, también se ejerce desde la gratitud.
