Aprovechando que la portación de arma de uso prohibido no es un delito grave, delincuentes peligrosos encuentran coartada para quedar libres.

La laguna legal ha permitido incluso que criminales detenidos recientemente con poderosos arsenales sean liberados de inmediato como ocurrió en tres decomisos de armamento en Guanajuato, Morelos y Sonora.

El viernes 23, en Guanajuato, la PF decomisó 12 mil 113 cartuchos útiles, 9 armas largas y una corta, 4 miras telescópicas y 32 cargadores; el sujeto que transportaba las armas fue liberado.

En Morelos, la jueza federal Karla Montes liberó este fin de semana a siete individuos que portaban 9 armas de fuego y 359 cartuchos útiles.

Y el sábado elementos de la PF decomisaron en Sonoyta, Sonora, 12 armas M16 con lanzagranadas, un fusil Barret calibre 50, un cuerno de chivo, 50 cargadores para Barret, 328 tiros de calibre 50 y 16 cubetas llenas de cartuchos. A pesar del arsenal, el detenido fue liberado bajo fianza.

El Nuevo Sistema de Justicia Penal (NSJP), que entró en vigor hace un año, establece que la portación de arma no es considerada un delito grave que amerite prisión preventiva oficiosa.