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Comerciantes improvisaron techos y protecciones para seguir vendiendo.
No se reportan daños mayores, pero se mantiene vigilancia meteorológica.
La mañana de este domingo en el municipio de Libres no fue como cualquier otra. Desde muy temprano, una inesperada lluvia comenzó a caer justo cuando decenas de familias se preparaban para visitar el tradicional tianguis municipal. Y es que el clima, caprichoso como suele ser, sorprendió a propios y extraños.
El aguacero no solo empapó las calles, sino que obligó a los asistentes a buscar cobijo bajo techos improvisados, toldos viejos o incluso mantas que se convirtieron en paraguas de emergencia. Algunos puestos optaron por cubrir sus productos con plásticos y lonas, en un intento por salvar la mercancía de las goteras. Otros, con resignación, decidieron pausar por un rato sus actividades.
A pesar del mal tiempo, el espíritu comerciante no se apagó. Varios vendedores continuaron ofreciendo sus productos entre charcos y nubes, demostrando que en Libres la tenacidad también se vende al por mayor. "Estamos acostumbrados a adaptarnos", comentó doña Petra, quien vendía tamales bajo una lona sujetada con ladrillos.
Las autoridades municipales informaron que, hasta el momento, no se reportan afectaciones mayores por la lluvia. Sin embargo, se mantiene el monitoreo constante ante posibles cambios en las condiciones meteorológicas durante el resto del día.