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Se instalaron albergues y módulos para limpiar caminos y viviendas.
No se reportan personas fallecidas ni desaparecidas hasta el momento.
Las lluvias no dieron tregua. Durante la madrugada, fuertes precipitaciones azotaron diversas regiones del estado de Puebla, especialmente en los municipios de Chignahuapan, Tepeojuma e Izúcar de Matamoros. Sin perder tiempo, el Gobierno del Estado activó su protocolo de emergencia a través de la Coordinación General de Protección Civil y Gestión del Riesgo de Desastre.
Desde las primeras horas del día, brigadas estatales comenzaron a recorrer las zonas afectadas. Se evacuaron familias, se instalaron albergues temporales y, algo clave: se distribuyeron víveres, colchonetas, cobijas y láminas para quienes lo perdieron casi todo. “No hay reportes de personas desaparecidas ni lesionadas, afortunadamente”, destacó un vocero de Protección Civil.
Además, se puso en marcha un censo para tener claridad sobre la magnitud del daño. También se activó maquinaria pesada para remover lodo, limpiar caminos y rehabilitar viviendas afectadas.
Mientras tanto, el Secretario de Gobernación, Samuel Aguilar Pala, por indicaciones del gobernador Alejandro Armenta, se trasladó al municipio de Chignahuapan. Ahí supervisó la habilitación de un albergue en el auditorio municipal y entregó apoyos en la comunidad de Ajolotla.
Y es que no fue un fenómeno aislado. Según datos oficiales, entre la noche anterior y la madrugada, cayeron lluvias ligeras en 17 municipios, moderadas en 20 y fuertes en 24 comunidades, sobre todo en el centro del estado y la región mixteca. El monitoreo continúa.