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A lo largo de la historia ha sido protagonista en su configuración geográfica, ambiental y social, y a pesar de que ha marcado el pulso de la vida cotidiana capitalina, es víctima muda de la indiferencia colectiva que lo ha dejado en el olvido.
Para revertir esta situación, la diputada local Miriam Saldaña Cháirez presentó en el Congreso de la Ciudad de México una proposición para solicitar a la Secretaría de Obras y Servicios, así como a la alcaldía Álvaro Obregón, la elaboración de un proyecto de limpieza y recuperación del Río Becerra en toda su extensión, incluida la presa del mismo nombre.
Además, se plantea el desarrollo de una estrategia para que la población se abstengan de arrojar residuos de cualquier tipo en el río o sus laderas, y en su caso, la imposición de sanciones administrativas o penales.
La diputada Miriam Saldaña expuso que los procesos de urbanización han llevado al Río Becerra a convertirse en un desagüe a cielo abierto. Y aunque la construcción de la Presa Río Becerra se efectuó para regular su cause, almacenar agua pluvial y prevenir inundaciones, actualmente la falta de mantenimiento, saneamiento y la acumulación de sedimentos provocó su colapso funcional.
Reiteró que tanto la presa como el río enfrentan un grave asolvamiento, acumulación de residuos sólidos urbanos, y proliferación de flora acuática nociva, lo que limita su capacidad y genera un impacto social y ambiental negativo.
La congresista Saldaña Cháirez señaló que al término de la elaboración del proyecto, deberá presentarse ante la jefa de Gobierno, Clara Marina Brugada, y al Congreso local, a fin de que sea determinada la viabilidad del proyecto, y en su caso, se incluya en el presupuesto de egresos respectivo.
