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• Llama a los afganos exiliados a volver con promesas de amnistía total
• Denuncia la situación en Gaza y señala a Washington como responsable
En un raro y enérgico pronunciamiento, Hibatullah Akhundzada, la figura más poderosa del régimen talibán, criticó duramente la decisión del expresidente Donald Trump de excluir a los afganos de cualquier posibilidad de ingresar a Estados Unidos. El anuncio fue hecho el sábado, justo durante la festividad islámica de Eid al-Adha, y transmitido desde Kandahar a través de una grabación publicada por el vocero Zabihullah Mujahid en la red social X.
En palabras cargadas de frustración, Akhundzada condenó la reciente orden ejecutiva estadounidense que afecta a 12 países, incluido Afganistán, tachándola de injusta y discriminatoria.
“Dicen que no controlamos a nuestro pueblo, y por eso nos cierran las puertas. Entonces, ¿eso es amistad con la humanidad?”, dijo.
“Nos llaman peligrosos, pero ellos son los que apoyan guerras que matan a mujeres y niños en Gaza.”
La política migratoria impulsada por Trump no solo afecta a solicitantes de asilo, sino también a estudiantes, académicos y ciudadanos comunes que simplemente buscan una vida más estable. Según el gobierno estadounidense, la falta de un gobierno central competente en Afganistán y la debilidad en los procesos de verificación de identidad justifican la medida.
El sábado también trajo otro mensaje importante: el primer ministro Mohammad Hassan Akhund ofreció una amnistía abierta para quienes huyeron del país tras la caída del gobierno anterior. “Nadie será castigado. Vuelvan y construyamos juntos un Afganistán en paz”, afirmó.
La oferta, sin embargo, llega en medio de denuncias internacionales por la falta de libertades en el país. Desde su regreso al poder en 2021, el Talibán ha prohibido la educación a niñas mayores de sexto grado, y ha impuesto restricciones severas a la presencia femenina en espacios públicos.
Y mientras Afganistán lucha por obtener reconocimiento diplomático, miles de sus ciudadanos siguen atrapados en una especie de limbo. En Pakistán, más de 900 mil afganos han sido expulsados o han huido desde octubre de 2023, por miedo a la deportación.
El Talibán intenta ahora cambiar su imagen, pero el mundo sigue mirando con cautela. Y el eco de las palabras de Akhundzada —crudas, duras, incómodas— resuena como un recordatorio de que las decisiones migratorias no son solo políticas: tienen rostro, historia y consecuencias humanas.