¡Síguenos!
TwittearVisitas: 165
Productores estadounidenses acusan "dumping" masivo desde México.
El gobierno de Estados Unidos impuso un arancel del 17% al jitomate mexicano, medida que fue bien recibida por productores de Florida, pero que encendió alarmas entre congresistas y empresarios fronterizos por su posible impacto económico.
La Florida Tomato Exchange (FTE), que representa a los agricultores de ese estado —responsables del 70% de la producción nacional—, lideró la ofensiva contra el Acuerdo de Suspensión de Tomate (TSA). Washington finalmente se retiró de ese pacto tras 28 años.
La FTE denunció que las importaciones mexicanas crecieron 400% en dos décadas. "Esta decisión protegerá a los agricultores estadounidenses de prácticas injustas", afirmó Robert Guenther, vicepresidente del organismo. El senador Rick Scott también celebró la medida: "He estado trabajando por años para proteger a nuestros agricultores", publicó en X.
Para la Texas International Produce Association (TIPA), el nuevo arancel puede elevar los precios hasta 50% y pone en peligro 47 mil empleos. Su presidente, Dante Galeazzi, recordó que solo en 2024 cruzaron la frontera 952 mil toneladas de jitomate. “Sin ese abasto inmediato, el precio se dispara”, explicó.
El arancel ya está activo, según confirmó el senador demócrata Rubén Gallego. “Este impuesto afecta directamente a las familias trabajadoras”, expresó.
La presidenta Claudia Sheinbaum fue clara: “El jitomate mexicano seguirá exportándose, porque no tiene sustituto”.