En 2022, Jesús Ramírez Cuevas confirmó públicamente la compra del software.

En noviembre de 2017, el entonces senador Miguel Barbosa Huerta denunció que el exgobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, había comprado el software Pegasus para espiar a sus opositores. La denuncia fue formal, pero no prosperó. El entonces procurador Alberto Elías Beltrán la detuvo, presuntamente para proteger a Moreno Valle.

Cinco años después, en 2022, el vocero presidencial Jesús Ramírez Cuevas confirmó durante la Feria del Libro del Zócalo que Pegasus fue utilizado en Puebla contra líderes de izquierda.

El medio The Marker reveló que los exsocios de NSO Group —empresa desarrolladora de Pegasus— enfrentan un litigio por sobornos entregados en México para facilitar su venta. Según las investigaciones, Moreno Valle utilizó dinero público para adquirir y operar el sistema en su administración.

Documentos judiciales confirman que Moreno Valle se presentó en la PGR el 14 de noviembre de 2017, negó los hechos, pero varios testigos aseguraron que su gobierno ejecutó espionaje sistemático. El software también fue comprado por instancias federales como Sedena, Cisen y PGR bajo la administración de Peña Nieto.

Periodistas, empresarios y políticos fueron blanco de grabaciones ilegales, chantajes y presiones. Algunas versiones incluso sostienen que el propio Peña Nieto fue espiado por Moreno Valle, en medio de un juego de poder interno.

El exgobernador murió en 2018. Sin embargo, el caso Pegasus sigue sin sentencia.

En México, el espionaje político aún no paga consecuencias.