David Báez y Jocelín Carreto salieron hace un año de su casa y no regresaron.
Es uno de los acusados en el caso de tortura contra la periodista Lydia Cacho.
Ambos masculinos quedaron a disposición del Agente del Ministerio Público del Fuero Común para desahogar las diligencias pertinentes.
En este caso, ofreció a mil 135 agraviados, atractivas ganancias a cambio de que invirtieran diferentes cantidades de dinero, causando pérdidas en sus patrimonios al no devolverles su dinero ni los intereses prometidos.
Ante las amenazas, el afectado salió de su trabajo en compañía de su esposa, mientras mantuvieron comunicación con el presunto responsable.