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Sus vínculos con Acción Nacional generan desconfianza interna.
Rafael Guerra declara apoyo inexistente para intimidar a rivales.
Circulan listas calificando magistrados críticos de corruptos.
Reuniones con legisladores locales y federales fortalecen su estrategia.
La Magistrada Celia Marín Sasaki, de la Quinta Sala Penal, busca convertirse en la próxima presidenta del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, cargo actualmente ocupado por Rafael Guerra Álvarez.
Marín Sasaki recibió apoyo clave de Mariana Gómez del Campo, cercana a la familia de Margarita Zavala, lo que ha generado recelo entre los magistrados, quienes cuestionan su independencia y falta de consenso dentro del Tribunal.
Mientras tanto, Rafael Guerra declara a quien quiera escucharlo que cuenta con la aprobación de Palacio Nacional y el Ayuntamiento, aunque esta información es desmentida por fuentes internas. Además, su equipo difunde listas que etiquetan a magistrados críticos como “corruptos”, buscando intimidarlos y ganar votos en la próxima elección interna.
Estas acciones se intensifican en el marco de la próxima elección del Tribunal Superior de Justicia, donde Guerra y Marín Sasaki despliegan sus estrategias para asegurar el liderazgo.
Conclusión:
La contienda pone en evidencia un conflicto entre ambición personal y valores institucionales, cuestionando si las tácticas políticas de Guerra afectan la credibilidad y confianza en el Tribunal capitalino.
