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Señala que la ultraderecha vulnera derechos y profundiza violencia contra comunidad LGBTTTIQ+.
La negativa de América Rangel a leer una disculpa pública en el Congreso de la Ciudad de México detonó nuevas tensiones políticas. La legisladora panista evitó reconocer sus agresiones verbales hacia la comunidad Trans y la población LGBTTTIQ+, lo que provocó una respuesta contundente de Diana Sánchez Barrios, representante popular y coordinadora de la Asociación Parlamentaria Mujeres por el Comercio Feminista e Incluyente.
Sánchez Barrios afirmó que “la ultraderecha representada por Acción Nacional en este recinto solo usa a la diversidad sexual de acuerdo a sus intereses”, y recordó que la diputada acumula, según la COPREED, más de 47 quejas por discriminación y discursos de odio. Con un tono firme, sostuvo que estos mensajes alimentan violencias que terminan en asesinatos y marginación. “Mi par debe reconocer que se equivocó”, señaló en entrevista, al describir cómo esos discursos invisibilizan derechos básicos como educación, salud, vivienda, trabajo y familia.
La legisladora enfatizó que la ultraderecha ha mostrado “desconocimiento total” de la población diversa y ha impulsado prácticas que buscan segregarla. Recalcó que la comunidad LGBTTTIQ+ es parte de México y exige los mismos derechos: “No pedimos más. Son derechos ganados con pérdidas humanas, con lucha, sangre y heridas que dejan cicatrices en el alma”.
También relató los daños cotidianos de la discriminación: caminar por la calle y soportar burlas, señalamientos o agresiones que marcan la vida. “Eso lo debe entender la diputada y todos los demás”, advirtió.
Finalmente, Sánchez Barrios sostuvo que los panistas deben trabajar por el bienestar social de todas las poblaciones de atención prioritaria y criticó que “el comportamiento de la ultraderecha es vil, pisotea la dignidad humana”. Anunció que buscará a Victoria Sámano para construir un comunicado conjunto que será presentado en tribuna.
