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🗓️ El hecho más grave ocurrió el 23 de marzo en Rafah
La verdad es que pocas cosas estremecen tanto como saber que quienes ayudan, curan y salvan vidas son atacados. Eso fue justamente lo que denunció esta semana la Oficina de Derechos Humanos de la ONU al calificar como “impactante” la posible ejecución sumaria de un funcionario de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) en Rafah, el pasado 23 de marzo.
Y es que, según los informes recabados por la ONU, en ese mismo ataque el Ejército israelí habría disparado contra ambulancias y vehículos de rescate visiblemente marcados, lo que provocó la muerte de al menos ocho integrantes de la Media Luna Roja Palestina y siete miembros del personal de Defensa Civil de Gaza.
La Oficina no se quedó en la condena: subrayó que este tipo de actos constituyen “violaciones escalofriantes a los principios básicos del derecho internacional humanitario”. Lo expresó así, sin rodeos, en un comunicado oficial.
Además, detallaron que han documentado múltiples informes de posibles ejecuciones extrajudiciales y muertes bajo custodia israelí, en circunstancias que despiertan serias dudas sobre tortura u otras formas ilegítimas de trato. “Este patrón parece formar parte de una conducta sistemática desde el inicio de las hostilidades en Gaza en octubre de 2023”, señalaron.
Estos hechos no son aislados, sino parte de una secuencia preocupante que erosiona aún más la ya frágil esperanza de justicia en la región. La ONU ha exigido que los responsables comparezcan ante la justicia y recordó que los crímenes contra personal médico y humanitario están claramente prohibidos por el derecho internacional.
La situación en Gaza no solo duele, sino que sacude. Y, al parecer, el clamor por justicia no se silencia fácilmente.