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WASHINGTON, EE.UU. — Hoy, 3 de octubre de 2025, el gobierno federal de Estados Unidos inició un cierre parcial de operaciones, el primero en una década, tras la falta de aprobación del presupuesto anual por parte del Congreso. La medida, conocida como “shutdown”, afecta a gran parte de las agencias federales y servicios no esenciales.
La disputa entre legisladores republicanos y demócratas impidió alcanzar un acuerdo sobre los créditos presupuestarios para el año fiscal, lo que provocó la paralización. Miles de empleados federales regresarán a casa sin goce de sueldo, mientras servicios públicos no esenciales suspenderán operaciones. Solo los servicios esenciales seguirán funcionando.
Este shutdown refleja una crisis política y presupuestaria inédita, derivada de profundas divisiones partidistas. Expertos en política estadounidense, como el analista Jason R. Miller, señalan que “la falta de consenso evidencia una creciente polarización que amenaza la estabilidad institucional” (fuente).
La situación podría prolongarse hasta que el Congreso logre un acuerdo. Este evento subraya la vulnerabilidad del sistema legislativo ante los bloqueos políticos y sus consecuencias directas en la vida diaria de ciudadanos y trabajadores
