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Tepeaca, Puebla. En esta región del centro del país, los baños de temazcal siguen marcando el pulso de una herencia ancestral. Aunque su uso cotidiano ha disminuido, su presencia física y simbólica aún habita los patios de muchas casas.
¿Qué es el temazcal? Es un baño de vapor prehispánico que mezcla fuego, agua y hierbas para fines medicinales, espirituales y de purificación. En Tepeaca, esta práctica no solo alivia el cuerpo: conecta con la tierra y con la historia.
¿Quiénes lo utilizan? En el pasado, mujeres en recuperación postparto lo empleaban para tratar dolencias como la contracción de matriz o la secreción de leche. Hoy, el temazcal se mantiene vivo en centros de medicina tradicional y spas, integrando saberes antiguos con bienestar moderno.
¿Cómo funciona? Se genera vapor al verter infusiones de hierbas sobre piedras calientes en un espacio cerrado. El calor penetra la piel, relaja los músculos y ayuda a desintoxicar el cuerpo. Pero la práctica va más allá: requiere también cuidado posterior, como permanecer envuelto en cobijas entre 40 minutos y 2 horas para evitar choques térmicos y facilitar la expulsión de toxinas.
¿Cuándo se hace? Aunque ya no forma parte de la rutina diaria, la tradición permanece activa, especialmente en momentos de sanación física o emocional.
Este legado no solo cura el cuerpo, también reconcilia con la raíz espiritual del México profundo. Un respiro caliente que funde lo físico, lo simbólico y lo eterno.
