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🛠️ Red Bull falla con su estructura técnica tras salidas clave en 2024.
🏎️ McLaren domina con precisión suiza; Verstappen reconoce el adiós al título.
Red Bull ha tocado fondo. El Gran Premio de Austria 2025 dejó al descubierto lo que Max Verstappen y su entorno venían temiendo: la escudería ya no está preparada para competir en la cúspide de la Fórmula 1.
El tres veces campeón del mundo no se mostró frustrado ni explosivo como en otras ocasiones. Al contrario, sorprendió con un tono sereno. "Simplemente no estamos donde queremos estar", admitió. Su sonrisa resignada tras la carrera fue el reflejo más claro: el campeonato está perdido.
A pesar de los intentos por mejorar con piezas nuevas y cambios técnicos desde Milton Keynes, Red Bull no logra frenar a McLaren, que funciona con una precisión y evolución casi quirúrgica. En circuitos clave, la diferencia de rendimiento es abismal.
La situación técnica se desmoronó tras el éxodo en 2024 de figuras clave como Adrian Newey y Jonathan Wheatley. Lo que alguna vez fue un equipo dominante, ahora parece un recuerdo que se desvanece con cada carrera. Los parches técnicos y la falta de cohesión en el desarrollo han dejado a Red Bull expuesta y vulnerable.
El mismo Verstappen lo confirmó: “Tuve un poco de mala suerte en clasificación y en carrera, pero viendo todo el fin de semana… no competimos donde deberíamos”. Lo más simbólico es que esta conclusión llegó en casa, en Austria, la sede espiritual de Red Bull.
Así, sin aspavientos, Verstappen acepta el fin de una era. Y el Mundial 2025 queda, por ahora, en manos de quienes han demostrado estar a la altura: McLaren.