Los propietarios de equipos de la NFL aprobaron el martes la mudanza de los Rams de San Luis a Los Ángeles, mientras que los Chargers de San Diego tendrán la opción de compartir las mismas instalaciones y reubicarse también.

Los Rams, que estuvieron en el área de Los Ángeles entre 1946 y 1994, jugarán en un estadio temporal, posiblemente Los Angeles Coliseum, hasta que estén listas las nuevas instalaciones, posiblemente para la temporada de 2019.

La propuesta de los Rams recibió 30 de los 32 votos y así su nuevo estadio será construido en Inglewood. Los Raiders de Oakland, que también querían trasladarse a la zona, fueron excluidos del acuerdo, pero podrían mudarse a Los Ángeles en caso de que los Chargers no lo hagan, señaló el comisionado Roger Goodell.

Los Chargers pueden seguir negociando con las autoridades de San Diego en busca de un acuerdo para un nuevo estadio, o pueden aprovechar la opción de unirse a los Rams y al propietario Stan Kroenke, en el complejo de 1.800 millones de dólares que está construyendo.

"La reubicación es un proceso doloroso. Es doloroso para los fanáticos, para las comunidades y para la liga en general", aseguró Goodell. "En cierto modo, éste es un momento agridulce, porque fuimos incapaces de obtener las instalaciones que queríamos en sus mercados".

El Presidente de los Chargers, Dean Spanos, confirmó que aún analizarán la opción de seguir en San Diego, siempre y cuando los ciudadanos voten a favor de la alternativa de tener un nuevo estadio.