El croata deja el club como el jugador con más títulos; Ancelotti, como el técnico más ganador.

La emoción envolvió cada rincón del estadio: discursos, ovaciones y lágrimas sinceras.

El sábado 24 de mayo de 2025, el estadio Santiago Bernabéu fue testigo de una tarde de emociones intensas, donde el pasado y el presente del Real Madrid se abrazaron en forma de despedida. Con el corazón en la mano, miles de aficionados se congregaron para decirle adiós a dos gigantes: Luka Modric y Carlo Ancelotti.

El croata, con sus inseparables 28 títulos, jugó su último partido como madridista. Desde el calentamiento, los cánticos coreaban su nombre, las pancartas llenaban las gradas y cada córner que cobró arrancaba aplausos que erizaban la piel. Su salida al minuto 86 fue pura poesía: ovación de más de cuatro minutos, pasillo de honor y lágrimas al reencontrarse con su familia.

A su lado, Carletto —como le llama la hinchada—, no contuvo la emoción. Su discurso, cargado de recuerdos imborrables como “el pase de Luka contra el City” o “los goles de Joselu”, cerró un ciclo glorioso. Su frase final: “Seré madridista hasta el último día”.

Tras los discursos, ambos fueron manteados y dieron la vuelta de honor junto a Kroos, entre abrazos y nostalgia. Ahora, Ancelotti tomará el mando de la selección brasileña, mientras Modric se despedirá del fútbol blanco en el Mundial de Clubes.