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• Afición de Boca Juniors desafía el clima y canta bajo la lluvia
• El partido ante Auckland City se suspende por tormenta eléctrica
• Boca queda eliminado del Mundial de Clubes, pero la hinchada no se rinde
La tormenta eléctrica que interrumpió el partido entre Boca Juniors y Auckland City en Nashville no fue suficiente para apagar la pasión de los hinchas xeneizes. A pesar del anuncio de suspensión y la orden de evacuación hacia los vomitorios del Geodis Park, la afición continuó cantando sin descanso durante más de 40 minutos.
El encuentro, válido por la tercera jornada del Grupo C del Mundial de Clubes, se suspendió al minuto 55, cuando el marcador reflejaba un empate 1-1. Mientras caía la lluvia y los rayos cruzaban el cielo de Tennessee, Boca recibió la noticia más dura: su eliminación matemática del torneo. Aun así, la hinchada se mantuvo firme. No hubo silencio. Solo cánticos, muchos de ellos dedicados a su eterno rival, River Plate.
La normativa en Estados Unidos exige una pausa mínima de 30 minutos cuando se detecta actividad eléctrica cerca del estadio, más 20 minutos adicionales por cada nuevo rayo, lo que prolongó la interrupción. Pero ni eso movió a los miles de seguidores que llegaron desde Miami, donde Boca ya había llenado el Hard Rock Stadium frente al Benfica y al Bayern.
“Somos Boca en cualquier lugar del mundo, y no nos vamos a callar nunca”, gritó un hincha argentino desde una de las gradas cubiertas, en declaraciones para TyC Sports.
El equipo no avanzó, pero la lección fue otra: el resultado puede doler, pero la fidelidad de la hinchada no se moja ni se rinde.