• Hulkenberg celebra su primer podio tras 239 carreras

• La lluvia y los Safety Cars marcaron la estrategia

Lando Norris brilló en casa y firmó la victoria este domingo en el Gran Premio de Gran Bretaña, celebrado en Silverstone. El piloto británico de McLaren se impuso con autoridad ante condiciones meteorológicas inestables y una carrera plagada de incidentes. Su compañero, el australiano Oscar Piastri, cruzó segundo la meta, pero fue penalizado por reducir drásticamente su velocidad tras una reanudación bajo Safety Car, lo que afectó directamente a Max Verstappen (Red Bull), quien perdió el control de su monoplaza.

La maniobra de Piastri, aunque sin intención directa, fue considerada por los comisarios como una infracción que alteró la dinámica de la competencia. Así, el joven australiano, actual líder del campeonato, vio frustrada una actuación sólida.

En tercer lugar, y contra todo pronóstico, se subió al podio el alemán Nico Hulkenberg (Sauber). Su desempeño fue impecable, aprovechando cada oportunidad y manteniendo el ritmo en un trazado traicionero. Este podio representa el primero en su carrera desde su debut en 2012, hace ya 239 carreras.

La carrera estuvo cargada de tensión. La lluvia intermitente, los cambios de neumáticos y la aparición de cuatro coches de seguridad —dos virtuales y dos reales— convirtieron el GP en una prueba de lectura de pista y reflejos.

McLaren firmó así un doble podio en casa, en medio de caos, estrategia y talento al volante. Silverstone volvió a demostrar por qué es uno de los circuitos más impredecibles de la temporada.