• Se interrumpen negociaciones sobre comercio, defensa y migración
• La salida anticipada de Trump genera incertidumbre geopolítica

El presidente Donald Trump canceló este martes cinco reuniones bilaterales de alto nivel previstas en el marco de la cumbre del G7, provocando un revuelo entre los asistentes y dejando varios temas cruciales en pausa.

Entre las reuniones suspendidas, destacaba el encuentro con el primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, donde se abordaría la disputa por los aranceles del 25 % a autos japoneses. Esta conversación pretendía destrabar un conflicto comercial de larga data.

También se canceló la plática con el primer ministro australiano, Anthony Albanese, quien esperaba avanzar en los términos del pacto AUKUS, además de revisar tarifas y cooperación en defensa. Su frustración quedó evidente tras la repentina suspensión.

Otro diálogo esperado era el de Claudia Sheinbaum, presidenta de México, quien iba a sostener su primera reunión con Trump, junto con Canadá, para tratar temas de remesas, comercio y migración. Un formato trilateral que quedó congelado antes de arrancar.

El presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskiy, también quedó sin reunión agendada. Ambos líderes iban a discutir un nuevo paquete de defensa militar, relevante en el contexto del conflicto armado que sigue en curso.

Finalmente, Trump descartó su conversación con Ursula Von Der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, con quien abordaría las relaciones UE–EE. UU., incluido el tema arancelario, una espina constante en la relación transatlántica.

La salida anticipada de Trump del evento genera más preguntas que respuestas. Mientras las delegaciones afectadas recalculan sus estrategias, la diplomacia internacional sufre un giro inesperado en uno de los foros más relevantes del año.