¡Síguenos!
TwittearVisitas: 222
Durante la celebración del Jubileo de los Operadores de Justicia, en la Plaza de San Pedro, el Papa León XIV lanzó un llamado urgente a la reflexión sobre las regiones del mundo donde “hay hambre y sed de justicia”. El pontífice advirtió que muchas comunidades viven en condiciones injustas e inhumanas, que resultan totalmente inaceptables.
León XIV, cuya inspiración teológica se fundamenta en san Agustín, subrayó: “Donde no hay justicia, no puede haber Estado. Todo acto conforme al Derecho requiere primero asentarse en la justicia”. Con estas palabras, buscó recordar a los operadores jurídicos y servidores públicos la importancia de actuar siempre al servicio del pueblo, priorizando la dignidad de cada persona, la igualdad de oportunidades y el derecho como base de toda sociedad.
El Papa también señaló que las discriminaciones crecientes limitan el acceso real a la justicia, afectando tanto al bien individual como comunitario. Resaltó que garantizar una justicia eficaz y equitativa no solo fortalece las instituciones, sino que promueve sociedades cohesionadas y humanas, donde los valores fundamentales sean respetados por todos.
Expertos en derecho internacional y teología concuerdan en que las palabras del Papa refuerzan la necesidad de un compromiso ético y profesional en la administración de justicia, recordando que la verdadera autoridad surge del respeto a los derechos humanos y a la dignidad humana.