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En una cadena nacional de radio y televisión este martes, el presidente Nicolás Maduro reveló que Venezuela frenó una operación de falsa bandera dirigida contra la embajada de Estados Unidos en Caracas.
El mandatario aseguró que la acción fue diseñada por “grupos terroristas locales” con el objetivo de agravar las tensiones diplomáticas entre Caracas y Washington. “Nuestros órganos de seguridad detectaron y desarticularon a tiempo este plan terrorista que buscaba crear un caos diplomático”, declaró Maduro desde el Palacio de Miraflores.
Este anuncio llega en un contexto de alta tensión bilateral, luego de que Estados Unidos ejecutara operaciones militares contra blancos del narcotráfico cerca de aguas venezolanas. Sin embargo, el gobierno no detalló la identidad de los responsables ni la fecha prevista del ataque frustrado.
Maduro garantizó que las investigaciones continúan “para detener a todos los implicados” y subrayó el compromiso del Estado venezolano con la protección de las sedes diplomáticas en el país. “Independientemente de las tensiones políticas, ninguna embajada debe verse amenazada”, afirmó.
Expertos en relaciones internacionales señalan que este tipo de operaciones pueden incrementar la desconfianza entre naciones y tensar aún más los canales diplomáticos. En este caso, la acción atribuida a “grupos terroristas locales” podría convertirse en un factor determinante en el deterioro de las relaciones Caracas‑Washington en los próximos meses.
