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Un año para revivir la pasión del deporte rey en casa
Hoy, México encendió oficialmente el reloj que marca la cuenta regresiva para la Copa Mundial 2026, un evento que regresará al país tras casi tres décadas. Esta vez, el Mundial será organizado de manera histórica en conjunto con Estados Unidos y Canadá, pero será México quien dé el puntapié inicial el próximo 11 de junio.
El Estadio Azteca, convertido en leyenda viva por ser el hogar de dos de los mejores futbolistas de todos los tiempos —Pelé en 1970 y Maradona en 1986— será la sede inaugural. Ahí, el representativo nacional enfrentará a un rival que se definirá en el sorteo de diciembre próximo. Así, México se convertirá en el primer país en organizar tres Copas del Mundo.
Con una inversión cercana a los 100 millones de dólares, el Azteca recibirá una renovación profunda que le permitirá llegar a su sexagésimo aniversario con una imagen rejuvenecida y tecnología de punta: cancha sofisticada, conexión de internet de alta velocidad, accesos más amplios y vestuarios con comodidades renovadas. Todo, sin perder ese aire inconfundible que ha visto momentos épicos del futbol mundial.
Guadalajara y Monterrey también afilan sus detalles. El estadio tapatío, inaugurado en 2010, recibirá mejoras por alrededor de 12 millones de dólares, incluyendo el pasto híbrido Bermuda North Bridge, ideal para su clima cálido, y una estatua en honor a Pelé que dará la bienvenida a visitantes y aficionados. Por su parte, Monterrey, con su moderno estadio estrenado en 2015, hará ajustes con visión a largo plazo, buscando dejar un legado positivo para la región.
En un contexto complicado por la violencia que afecta a los migrantes en Estados Unidos, México reafirma su compromiso con la seguridad para garantizar que la pelota ruede en paz durante el Mundial. Los preparativos avanzan a paso firme, con coordinación entre autoridades estatales y federales.
Como bien dijo Íñigo Riestra, secretario de la Federación Mexicana de Futbol:"Habrá momentos para disfrutar partidos en la capital, Guadalajara o Monterrey, y después, relajarse en destinos turísticos como Los Cabos, Cancún o San Luis Potosí."
El sueño de ver a la Selección Mexicana avanzar a los cuartos de final, como en aquellas inolvidables ediciones de 1970 y 1986, aún vibra en el corazón de los aficionados. Pero más allá del resultado, la meta está clara: hacer del Mundial 2026 una fiesta inolvidable, llena de emoción, deporte y unión.
Y hoy, mientras México mira al calendario, un sentimiento une a millones:
“El tiempo vuela, y la fiesta ya está a la vuelta de la esquina.”