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El arquero mexicano recibió cinco goles en su primer partido oficial en Chipre.
Con 40 años, busca mantenerse vigente para llegar al Mundial 2026.
El lunes 22 de septiembre quedará grabado como un inicio duro para Guillermo Ochoa en la Liga de Chipre. El arquero mexicano de 40 años debutó con el AEL Limassol en la visita al Omonia Nicosia, pero el regreso terminó en un golpe emocional: goleada 5-0 en contra.
Tras cuatro meses sin actividad oficial, Ochoa regresó con la responsabilidad de defender la portería titular. Sin embargo, el ritmo del rival líder de la tabla se impuso con contundencia. Su equipo apenas suma cuatro puntos y ocupa la novena posición, muy lejos de la zona alta.
La escena contrasta con la fuerza del Omonia Nicosia, que con nueve unidades marcha como puntero. Para Ochoa, el marcador no solo representa un mal comienzo, también un recordatorio de la exigencia de este nuevo reto europeo.
Su presencia en Chipre llega en un momento decisivo de su trayectoria. Tras no ser convocado a la última Fecha FIFA, el guardameta mexicano busca mantenerse competitivo rumbo al Mundial 2026, donde sueña con disputar su sexta Copa del Mundo.
A lo largo de su carrera, Ochoa ha dejado huella con atajadas históricas: desde Brasil 2014 hasta Qatar 2022, donde detuvo un penal a Robert Lewandowski, consolidando su prestigio internacional. Con ese legado detrás, apuesta por esta etapa en el futbol europeo tras rechazar propuestas de la Liga MX.
Aunque la derrota duele, la experiencia de Ochoa transmite confianza: su objetivo no es solo defender, sino demostrar que aún puede competir al máximo nivel.
