En una acción de protesta, activistas pro palestinos vandalizaron el campo de golf Turnberry, propiedad del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, ubicado en el suroeste de Escocia. El ataque ocurrió durante la noche del sábado, cuando pintaron en el césped la frase “Gaza no está a la venta” con letras gigantes y usaron pintura en aerosol roja en la pared exterior de la casa club.

El grupo Palestine Action reivindicó el acto, afirmando que rechazan “el trato de Trump a Gaza como si fuera su propiedad” y advirtiendo que “su propia propiedad no está a salvo de actos de resistencia”.

La policía escocesa informó haber recibido un reporte de daños en el campo de golf en las primeras horas del sábado e indicó que ya se realizan investigaciones sobre el incidente.

Este hecho se produce en medio de la incertidumbre sobre el futuro de la Franja de Gaza, luego de la finalización de la primera fase del alto el fuego entre Israel y Hamás, sin claridad sobre lo que sigue.

Por su parte, Trump ha propuesto reubicar permanentemente a la población de Gaza, sugiriendo que Estados Unidos desarrolle el territorio, propuesta que ha sido rechazada rotundamente por los palestinos.

El campo de golf Turnberry, uno de los 10 posibles anfitriones del Abierto Británico, no ha sido sede del evento desde que Trump lo adquirió en 2014.