• Especialistas advierten que no hay una tendencia firme.
• Factores externos siguen influyendo más que los internos.

Este jueves, el peso mexicano logró su mejor marca frente al dólar estadounidense en lo que va de 2025, cerrando en 19.15 unidades, de acuerdo con datos del Banco de México. A primera vista, parece una victoria. Y es que significa una ganancia de 8.3% frente al cierre de 2024, cuando el dólar costaba 20.89 pesos.

Pero un vistazo más largo revela un matiz importante: comparado con junio del año pasado, la moneda nacional en realidad se ha debilitado 9.2%, ya que entonces el dólar se vendía en 17.53 pesos.

¿Por qué esta aparente contradicción? La respuesta, dicen los expertos, está en el comportamiento del dólar más que en el peso.

“La apreciación actual responde, sobre todo, al debilitamiento del dólar”, explica Janneth Quiroz Zamora, directora de análisis en Monex, quien también atribuye la mejora a un entorno global menos temeroso de una recesión. Aun así, advierte: “No hay señales claras de una tendencia firme a largo plazo”.

Por su parte, Gabriela Siller de Banco Base lanza un llamado a no perder de vista la realidad: “No tenemos un súper peso, lo que ocurre es que el dólar se está debilitando”. Agrega que el peso está lejos de ser la divisa más fuerte: de hecho, ocupa el tercer lugar entre las más depreciadas a nivel global, por detrás de la lira turca y el peso argentino.

Las causas del fortalecimiento reciente del peso incluyen la expectativa de que la Reserva Federal recorte sus tasas de interés este año, así como un leve optimismo en las relaciones comerciales internacionales.

No obstante, las alertas siguen encendidas. Las negociaciones del T-MEC en 2026, las tensiones con EE.UU. y una economía nacional con síntomas de desaceleración podrían frenar este impulso.