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El OIEA alerta sobre riesgos crecientes en centrales nucleares ucranianas.
ONU confirma que las necesidades humanitarias duplican la asistencia disponible.
Una descarga masiva de drones, misiles y cohetes impactó entre el domingo y la madrugada del lunes en zonas densamente pobladas de Kiev y Zaporiyia, dejando 12 muertos, entre ellos una adolescente, además de cuantiosos daños en viviendas y servicios básicos.
Las autoridades ucranianas detallaron que el ataque, de 12 horas de duración, incluyó alrededor de 600 drones, 46 misiles de crucero y cinco cohetes. La Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) advirtió que más vidas se perdieron, más hogares quedaron destruidos y entre las víctimas se cuentan menores.
La OMS confirmó que un centro cardiológico en Kiev fue alcanzado por los proyectiles, provocando dos muertes adicionales.
La ofensiva también reactivó la alarma nuclear. La central nuclear de Zaporiyia, bajo ocupación rusa, continúa operando con generadores de emergencia tras sufrir su décima pérdida de energía externa en la última semana. El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) precisó que los reactores apagados cuentan con combustible para al menos diez días.
El director del OIEA, Rafael Grossi, alertó: “La próxima vez podríamos no tener tanta suerte”, tras confirmar que un dron explotó a solo 800 metros de la Central Nuclear de Ucrania del Sur, donde se avistaron 22 drones en dos días.
El panorama se agrava con la llegada del invierno. Miles de familias permanecen sin electricidad por el daño a la infraestructura energética. La ONU informó que en el primer semestre de 2025 asistió a 2,4 millones de personas, aunque el Plan de Respuesta Invernal 2025-2026, que requiere 280 millones de dólares, solo está financiado en un 40%.
La OCHA subrayó que la ayuda prioriza la evacuación, el apoyo a desplazados internos y la asistencia en regiones del centro y oeste del país.
