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La noche del sábado 13 de diciembre de 2025, el Hijo del Santo dijo adiós a los cuadriláteros en el Palacio de los Deportes de la Ciudad de México, escenario que se convirtió en testigo de una despedida marcada por la emoción, el respeto y la memoria colectiva de la lucha libre mexicana.
El heredero de la Leyenda de Plata protagonizó una función intensa y simbólica. El ambiente fue eléctrico desde el inicio. Cada castigo provocó una reacción inmediata del público, que no dejó de corear “Santo, Santo, Santo” durante los momentos clave del combate.
En su última lucha profesional, el Hijo del Santo se unió a Último Dragón y La Park para imponerse en una dramática contienda a Dr. Wagner Jr., Texano Jr. y Hijo de Fishman. El desenlace llegó cuando aplicó su icónica llave conocida como “la de a caballo”, con la que rindió al Hijo de Fishman y aseguró la victoria final de su carrera.
Tras consumarse el triunfo, el luchador tomó el micrófono y dirigió un mensaje directo a los asistentes. Agradeció a varias generaciones de aficionados que lo acompañaron a lo largo de su trayectoria y reconoció el vínculo que se mantuvo intacto con el paso del tiempo.
“Gracias a todos estos papás que me fueron a ver cuando eran niños, gracias a todos esos jóvenes que me fueron a ver y que hoy son abuelos”, expresó. Más adelante, añadió: “Y así, como mi papá me dejó en manos de ustedes, hoy les dejo a este joven (Santo Jr.), que ojalá salga adelante”.
La velada también resultó significativa para los herederos de la dinastía, ya que Santo Jr. conquistó su primer gran trofeo al quedarse con la cabellera de Ángel Blanco Jr., en una lucha que cerró la noche con dramatismo y aplausos prolongados.
